No me acuerdo de toda la arena que me falta.

Ana Pais

Tú lo dijiste: pasará el tiempo.
Mas no ha sido cierto el olvido.
El que mira romper las olas sobre
el espigón no sabe, cuál de ellas
más alta llegará. En el recuerdo
quedan rostros; los nombres no perduran,
los borra el tiempo. Leo la carta.
Veo tu mano cuando la escribías,
los ojos seguidores de las letras.
Y tú estás conmigo nuevamente.
Es el tiempo que pasa; lo dijiste.
«Tú lo dijiste: el tiempo» –  Alfonso López Gradolí ( La señalada tierra,2004)

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«She smiled sweetly» – The Rolling Stones (Between the Buttons, 1967)

Sal en el café. Buenos días.


«Smoky car» (New Hampshire) – Nan Goldin,1979

Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.

Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan sólo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.

Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.

Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.

Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.

De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.

No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.

Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.

Tiempo de habitaciones separadas.

«Habitaciones separadas» – Luis García Montero

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«Wild Horses» – The Rolling Stones (Sticky Fingers,1971)