Seguro que a veces sueñas.

II

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
«El herido» – Miguel Hernández (El hombre acecha,1938-39)

Miguel Hernández y su mujer, Josefina Manresa

«Corría sin parar y no podía abrir ninguna de las puertas mientras él le apuntaba con su arma, su rostro lleno de sangre decía palabras sin sentido, y a diferencia de lo que se podría pensar, no estaba nerviosa, sabía que ese momento iba a llegar; le miró a los ojos mientras él avanzaba lentamente; tiró su arma al suelo y cogió la mano de Alba acercándola hacia su frente e introduciéndola en un agujero de bala sangrante, después la oscuridad.
Sudando despertó alterada; no era la primera vez que tenía esa clase de sueños, hacía años cuando comenzó con su odisea personal, las noches las pasaba en vela intentando calmar su conciencia con las frases que había escuchado sobre aquellos a los que la gente llamaba héroes. Habían pasado dos años de aquello y cada día que pasaba era motivo de alegría porque el final estaba más cerca.»
«Libertaria» – Raquel Antón Ruiz (Dissonàncies,2010)

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«Para la libertad» – Joan Manual Serrat (Miguel Hernández, 1972)

No me acuerdo de toda la arena que me falta.

Ana Pais

Tú lo dijiste: pasará el tiempo.
Mas no ha sido cierto el olvido.
El que mira romper las olas sobre
el espigón no sabe, cuál de ellas
más alta llegará. En el recuerdo
quedan rostros; los nombres no perduran,
los borra el tiempo. Leo la carta.
Veo tu mano cuando la escribías,
los ojos seguidores de las letras.
Y tú estás conmigo nuevamente.
Es el tiempo que pasa; lo dijiste.
«Tú lo dijiste: el tiempo» –  Alfonso López Gradolí ( La señalada tierra,2004)

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«She smiled sweetly» – The Rolling Stones (Between the Buttons, 1967)

Es el eco,querida.

Virginia Woolf y Angelica Garnett ,1932

Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana
Y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada
Por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría
Y la nieve del paño y arde una bujía de cera
Tal que en la niñez, mariposas zumban
La calma, que no oye mi palabra, retumba
Entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto
Y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera…
La soledad en sus redes me hizo prisionera
El gato negro el alma me mira, como ojos centenarios
Y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.
Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche.
Anna Ajmátova

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«And it stonned me» – Van Morrison (Moondance, 1970)

Camaleónica. No siempre.

«Some like it hot (Con faldas y a lo loco)», Tony Curtis y Jack Lemmon – Billy Wilder, 1959

Act 2 Scene 3
Open contryside near Gloucester’s castle.

Enter EDGAR

EDGAR:
I heard myself proclaimed,
And by the happy hollow of a tree
Escaped the hunt. No port is free, no place
That guard and most unusual vigilance
Does not attend my taking. Whiles I may ‘scape
I will preserve myself, and am bethought
To take the basest and most poorest shape
That ever penury in contempt of man
Brought near to beast. My face I’ll grime with filt
Blanket my loins, elf all my hairs in knots,
And with presented nakedness outface
The winds and persecutions of the sky.
The country gives me proof and precedent
Of Bedlam beggars, who with roaring voices
Strike in their numbed and mortifièd arms,
Pins, wooden pricks, nails, sprigs of rosemary;
And with this horrible object, from low farms,
Poor pelting villages, sheep-cotes, and mills,
Sometimes with lunatic bans, sometime with prayers,
Enforce their charity. «Poor Turlygod! Poor Tom!»
That’s something yet: Edgar I nothing am.
«King Lear» – William Shakespeare, 1603-1606

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«The dark side of the moon» – Pink Floyd (The dark side of the moon, 1973)

Lo que vas a aprender no son palabras.

«Sin título» – Francesca Woodman ,Providence, Rhode Island, 1976

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«Variaciones Goldberg» – Johann Sebastian Bach (Glenn Gould,1981)

«Lo vivido, lo hecho»
 Ni toda la humildad, precisamente.
¿Ves el desconcierto del mundo? ¿Puedes
realmente verlo, no por ti, no por nadie, cómo
se acuerda de cualquier imagen
sea o no sea imprevista? Se apodera de lo
que te ha hecho estar aquí.
Huella de la canción, memoria cierta,
voz. Y luego hay que servir.
Mira una sola cosa: ha empezado a llover,
hay pájaros que van, lo que vas a aprender
no son palabras.
«Lo vivido, lo hecho» – Antonio Méndez Rubio (Razón de más,2006)

La ironía servirá.

«Romance»[adaptación del poema de Bela Ajmadúlina] (Ironía del destino,1975)

Por mi calle, un año tras otro,
resuenan estos pasos, los amigos se marchan.
La marcha despaciosa de mis amigos
es la voluntad de la tiniebla en las ventanas

O soledad, qué cruel es tu carácter!
Brillando con un compás metálico
Con qué frialdad me cierras el círculo,
sin atender a mis plegarias inútiles.

Déjame ponerme de puntillas en tu bosque,
al final de aquel gesto retardado,
hallar el follaje y acercarlo a mi rostro
y encontrar la orfandad, como una bendición.

Regálame el silencio de tus bibliotecas,
los solemnes acordes de tus conciertos.
Y sabia, me olvidaré de aquellos
que murieron y de los que siguen vivos.

Y alcanzaré la sabiduría y la tristeza,
los objetos me regalarán su sentido clandestino.
La naturaleza, en mis hombros descansará
y me anunciará sus secretos infantiles.

Y entonces, de las lágrimas, de la oscuridad,
del pobre desconsuelo de lo vivido,
las bellas siluetas de mis amigos
surgirán, y se diluirán de nuevo.

По улице моей который год
звучат шаги – мои друзья уходят.
Друзей моих медлительный уход
той темноте за окнами угоден.

О одиночество, как твой характер крут!
Посверкивая циркулем железным,
как холодно ты замыкаешь круг,
не внемля увереньям бесполезным.

Дай стать на цыпочки в твоем лесу,
на том конце замедленного жеста
найти листву, и поднести к лицу,
и ощутить сиротство, как блаженство.

Даруй мне тишь твоих библиотек,
твоих концертов строгие мотивы,
и – мудрая – я позабуду тех,
кто умерли или доселе живы.

И я познаю мудрость и печаль,
свой тайный смысл доверят мне предметы.
Природа, прислонясь к моим плечам,
объявит свои детские секреты.

И вот тогда – из слез, из темноты,
из бедного невежества былого
друзей моих прекрасные черты
появятся и растворятся снова.

Bela Ajmadúlina (Белла Ахмадулина), 1959 Traducción Anastasia K.

Todos tenemos algo debajo de la mesilla de noche.

Wislawa Szymborska

Sobre la poesía no ha dicho nada casi ningún poeta;pero, en cambio, hay bastante papel emborronado por muchos que no lo son.El que la siente se apodera de una idea, la envuelve en una forma, la arroja en el estudio del saber, y pasa. Los críticos se lanzan entonces sobre esa forma, la examinan, la disecan y creen haberla entendido cuando han hecho su análisis. La disección podrá revelar el mecanismo del cuerpo humano; pero los fenómenos del alma, el secreto de la vida, ¿cómo se estudian en un cadáver? No obstante, sobre la poesía se han dado reglas, se han atestado infinidad de volúmenes, se enseña en las universidades, se discute en los círculos literarios y se explica en los ateneos. No te extrañes. Un sabio alemán ha tenido la humorada de reducir a notas y encerrar en las cinco líneas de una pauta el misterioso lenguaje de los ruiseñores. Yo, si he de decir la verdad, todavía ignoro qué es lo que voy a hacer; así es que no puedo anunciártelo anticipadamente.

Sólo te diré, para tranquilizarte, que no te inundaré en ese diluvio de términos que pudiéramos llamar facultativos, ni te citaré autores que no conozco, ni sentencias en idiomas que ninguno de los dos entendemos.Antes de ahora te lo he dicho.Yo nada sé, nada he estudiado; he leído un poco, he sentido bastante y he pensado mucho, aunque no acertaré a decir si bien o mal. Como sólo de lo que he sentido y he pensado he de hablarte, te bastará sentir y pensar para comprenderme.
Herejías históricas, filosóficas y literarias, presiento que voy a decirte muchas. No importa. Yo no pretendo enseñar a nadie, ni erigirme en autoridad, ni hacer que mi libro se me declare de texto.

Quiero hablarte un poco de literatura, siquiera no sea más que por satisfacer un capricho tuyo, quiero decirte lo que sé de una manera intuitiva, comunicarte mi opinión y tener al menos el gusto de saber que, si nos equivocamos, nos equivocamos los dos; lo cual, dicho sea de paso, para nosotros equivale a acertar.
(…)
Todo el mundo siente. Sólo a algunos seres les es dado el guardar como un tesoro la memoria viva de lo que han sentido. Yo creo que éstos son los poetas. Es más: creo que únicamente por esto lo son. Efectivamente, es más grande, es más hermoso,
figurarse el genio ebrio de sensaciones y de inspiración, trazando a grandes rasgos, temblorosa la mano con la ira, llenos aún los ojos de lágrimas o profundamente conmovidos por la piedad esas tiradas de poesía que más tarde son la admiración del mundo; pero, ¿qué quieres?, no siempre la verdad es lo más sublime.
(…)
Un escritor francés ha dicho, juzgando a un músico ya célebre, el autor de Tannhauser: Es un hombre de talento, que hace todo lo posible por disimularlo,
pero que a veces no lo puede conseguir y, a su pesar, lo demuestra.

«Cartas literarias a una mujer» – Gustavo Adolfo Bécquer (1860-1861)

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«Sittin’ on the dock of the bay» – Otis Redding( The dock of the bay,1967)

Como al principio: un punto de partida.

“Texas, 1965” – Lee Friedlander

*Gracias a Adriana. A su generosidad y espontaneidad les debo el título de este poema.
*A todos/as los poetas del taller. Gracias a todos/as los/as : A., B., C., E., G., I., J., M., S..

Nota la acera en su cuello.
Hay algo que le falta a la noche
mientras rueda cuesta abajo.
El abandono queda
en el tercer piso,
al final de esta manzana podrida.

 No sabe por qué hoy
el portazo suena definitivo.
Por qué hoy,
si lleva años llorando
en las mismas escaleras,
las que acaban en otra sala
sin esquinas.

La madrugada ya ha firmado
su pacto con los perros invisibles.
Está sola,
y la noche son dos pupilas rojas
alejándose a toda velocidad.
«Nombre propio» – Anastasia K.

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«Somewhere only we know» – Keane (Hopes and Fears,2004)

I walked across an empty land.I knew the pathway like the back of my hand.I felt the earth beneath my feet,sat by the river and it made me complete.Oh simple thing where have you gone,I’m getting old and I need something to rely on.So tell me when you’re gonna let me in,I’m getting tired and I need somewhere to begin.
I came across a fallen tree,I felt the branches of it looking at me.Is this the place we used to love?Is this the place that I’ve been dreaming of?And if you have a minute why don’t we go,talk about it somewhere only we know?This could be the end of everything so why don’t we go somewhere only we know?

Tocan pasillos.

«Champagne and Bananas» – Yale Joel, 1951

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«Four white stallions» – Counting Crows (Hard Candy,2002)

Tarde como siempre
Ahora resulta que era
cierto. Que el bolero
de marras decía
la verdad. Ahora que tienes
más de treinta, te das perfecta
cuenta del asunto.
Que veinte no son nada.
Una mirada apenas a la vida,
para ver de qué va.
Karmelo C. Iribarren