Máscaras en orden alfabético.

Constance Dowling
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«Home» – David Byrne & Brian Eno(Everything That Happens Will Happen Today,2008)

3 de agosto
Una mujer que no sea una estúpida, antes o después, encuentra una ruina humana y trata de salvarla. Alguna vez lo consigue. Pero una mujer que no sea estúpida, antes o después encuentra un hombre sano y lo reduce a escombros. Lo consigue siempre.
«El oficio de vivir[Il mestiere di vivere]» – Cesare Pavese,1952

Era un sólo galanteo,
seguramente lo sabías-
alguien fue herido
hace mucho tiempo.

Todo está igual,
el tiempo ha pasado-
un día llegaste,
un día morirás.

Alguien murió
hace mucho tiempo-
alguien que intentó,
pero no supo.
«Last blues, to be read some day» – Cesare Pavese(Versión de Carles José i Solsora)

Habitación 31

Pierre-Jean

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«Hands» – Jewel (Spirit, 1998)

HABITACIÓN 31


Este poema se ha trasladado a un cajón o a alguno de los países del Este por mudar de pelo y de costumbres (más por parte de la autora). Si os causa algún interés, sobre todo si es tierno, no tenéis más que pedírmelo por correo, paloma mensajera o con señales de humo.

Y entre puntos suspensivos, nada

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«Butterflies» – Sia (Colour the small one, 2004)

Estamos en una fiesta que no nos ama. Al final, la fiesta deja
caer su máscara y se muestra como realmente es: una estación
de cambio de trenes. Fríos colosos sobre raíles en la niebla.
Una tiza ha garabateado en las puertas de los vagones.

No se puede mencionar, pero aquí hay mucha violencia
reprimida. Por eso son tan pesados los detalles. Y es tan difícil
ver lo otro que también existe: una mancha de sol que cambia
de sitio en la pared de la casa y resbala a través del inconsciente
bosque de rostros centelleantes; una cita bíblica que nunca ha
sido escrita: «Ven a mí, porque yo soy tan contradictorio como
tú.»

Mañana trabajo en otra ciudad. Susurro hacia allá a través de la
niebla matinal que es un cilindro negriazul. Orión cuelga encima
de la capa de hielo. Hay un grupo silencioso de niños esperando
el autobús escolar, niños por los que nadie reza. La luz
crece lentamente como nuestro pelo.
«Grados bajo cero» – Tomas Tranströmer (Para vivos y muertos,1992)

Cualidad de Penélope.

«Maratón otonial [Осенний марафон – Osenniy Marafon]»- Georgi Daneliya, 1979

Soy un hombre que pasa y no dejará sombra,
un hombre encadenado al polvo del camino,
que ha sembrado de pájaros las horas de los días
y que hizo aroma y sangre la niebla del destino.

Un hombre atormentado igual que nube negra
que esperó sin descanso un viento libre y vivo
para alcanzar auroras por cauces de deseos.
Un hombre, que jamás se ha encontrado a sí mismo.

Levanté arquitecturas de esquinas, desollando
la carne en que los huesos están siempre cautivos,
hice dolor la frase y angustia el desespero
y ojal de pesadumbre sin voz, el terror íntimo.

Sembré auroras sin límites, que desencadenaban
en un futuro, ciegos y oscuros laberintos,
sembré en mi sangre espera, para que el desespero
escribiese en mis venas un continuo latido.

En mi tiempo, luchaban la impaciencia y el odio
huyendo y encontrándose en loco torbelino.
Fui por la vida, hundido en una noche eterna.
Soy un hombre ahogándose en lo que nunca he sido.
«Autorretrato» – Juan Lacomba (Varia de versos humanos,1961)
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«Miles From Nowhere» – Cat Stevens(Tea for the Tillerman,1970)

Historia cuando ya es tarde.

Robert Frost

Love has earth to which she clings  
With hills and circling arms about—
Wall within wall to shut fear out.
But Thought has need of no such things,
For Thought has a pair of dauntless wings.

On snow and sand and turf, I see
Where Love has left a printed trace
With straining in the world’s embrace.
And such is Love and glad to be.
But Thought has shaken his ankles free.

Thought cleaves the interstellar gloom
And sits in Sirius’ disc all night,
Till day makes him retrace his flight,
With smell of burning on every plume,
Back past the sun to an earthly room.

His gains in heaven are what they are.
Yet some say Love by being thrall
And simply staying possesses all
In several beauty that Thought fares far
To find fused in another star.
"Bond and Free" - Robert Frost

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«Lágrima» – Francisco Tárrega

Pequeñas catástrofes y retratos en collage.

David Foster Wallace

«Para mi inconformista, fabricar alegremente un barrilete y remontarlo para alegría de los chicos presentes no representa una ocupación menor (bajo con respecto a alto, poco con respecto a mucho etc.), sino una coincidencia con elementos puros, y de ahí una momentánea armonía, una satisfacción que lo ayuda a sobrellevar el resto. De la misma manera los momentos de extrañamiento, de enajenación dichosa que lo precipitan a brevísimos tactos de algo que podría ser un paraíso, no representan para él una experiencia más alta que el hecho de fabricar un barrilete; es como un fin pero no por encima o más allá. Y tampoco es un fin entendido temporalmente, una accesión en la que culmina un proceso de despojamiento enriquecedor; le puede ocurrir sentado en el WC, y sobre todo le ocurre entre muslos de mujeres, entre nubes de humo y a la mitad de lecturas habitualmente poco cotizadas por los cultos rotograbados del domingo.
En un plano de hechos cotidianos, la actitud de mi inconformista se traduce por su rechazo de todo lo que huele a idea recibida, a tradición, a estructura gregaria basada en el miedo  y en las ventajas falsamente recíprocas. Podría ser Robinson sin mayor esfuerzo. No es misántropo, pero sólo acepta de hombres y mujeres la parte que no ha sido plastificada por la superestructura social; él mismo tiene medio cuerpo metido en el molde y lo sabe, pero ese saber es activo y no la resignación del que marca el paso. Con su mano libre se abofetea la cara la mayor parte del día, y en los momentos libres la de los demás, que se lo retribuyen por triplicado. Ocupa así su tiempo con líos monstruosos que abarcan amantes, amigos, acreedores y funcionarios, y en los pocos ratos que le quedan libres hace de su libertad un uso que asombra a los demás y que acaba siempre en pequeñas catástrofes irrisorias, a la medida de él y de sus ambiciones realizables; otra libertad más secreta y evasiva lo trabaja, pero solamente él (y eso apenas) podría dar cuenta de sus juegos.»
«Rayuela» – Julio Cortázar,1963.
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«Les fugitifs» – Vladimir Cosma (BSO de la película «Les fugitifs»,1986)

Apunte pasado por agua.

 Eldar Ryazanov  y Innokenti Smoktunovski
SEMÁFORO


Este poema se ha trasladado a un cajón o a alguno de los países del Este por mudar de pelo y de costumbres (más por parte de la autora). Si os causa algún interés, sobre todo si es tierno, no tenéis más que pedírmelo por correo, paloma mensajera o con señales de humo.


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«La lluvia» – Andréi Petróv (BSO de la película «Romance Laboral [Eldar Ryazanov], 1977)

Con las orejas frías.

Love’s the boy stood on the burning deck
truing to recite «The booy stood on
the burning deck.» Love’s the son
stood stammering elocution
while the poor ship in flames went down.

Love’s the obstinate boy, the ship,
even the swimming sailors, who
would like a schoolroom platform, too,
or an excuse to stay
on deck. And love’s the burning boy.

«Casablanca» – Elisabeth Bishop

El amor es el muchacho que estaba en la ardiente cubierta
probando recitar
«el muchacho estaba en la ardiente cubierta».
El amor es el hijo que tartamudea la elocución
mientras el pobre barco en llamas se hundía.

El amor es el obstinado muchacho, el barco,
incluso los marineros nadando,
a los cuales gustaría también un estrado en un aula
o una excusa para estar en cubierta.
Y el amor es el ardiente muchacho.

«Casablanca» – Elisabeth Bishop (Norte & Sur, 2008) Traducción de Sam Abrams y Joan Margarit

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«Circle» – Edie Brickell & New Bohemians (Shooting Rubberbands at the Stars, 1988)

Todavía no queda el silencio.

«Concierto de Piano nº1, 2ndo movimiento [Chaikovski]» – Van Cliburn, 1962

¿Lo sabes? Todo es difícil. Difícil es el amor.
Más difícil su ausencia. Más difícil su presencia o estancia.
Todo es difícil…Parece fácil y qué difícil es
repasar el cabello de nuestra amada con estas manos
materiales que lo estrujan y obtienen.
Difícil, poner en su boca carnosa el beso estrellado que
nunca se apura.
Difícil, mirar los hondos ojos donde boga la vida,
y allí navegar, y allí remar, y allí esforzarse,
y allí acaso hundirse sintiendo la palpitación en la boca, el
hálito en esta boca
donde la última precipitación diera un nombre o la vida.

Todo es difícil. El silencio. La majestad. El coraje:
el supremo valor de la vida continua.
Este saber que cada minuto sigue a cada minuto,
y así hasta lo eterno.
Difícil, no creer en la muerte; porque nadie cree en la
muerte.
Hablamos de que morimos, pero no lo creemos.
Vemos muertos, pisamos
muertos: separamos
los muertos. ¡Sí, nosotros vivimos!
Muchas veces he visto
esas hormigas, las bestezuelas tenaces viviendo,
y he visto una gran bota caer y salvarse muy pocas.
Y he visto y he contado las que seguían, y su divina
indiferencia,
y las he mirado apartar a las muertas y seguir afanosas,
y he comprendido que separaban a sus muertos como
a las demás sobrevenidas piedrecillas del campo.

Y así los hombre cuando ven a sus muertos
y los entierran, y sin conocer a los muertos viven, aman,
se obstinan.

Todo es difícil. El amor. La sonrisa. Los besos de los
inocentes que se enlazan y funden.
Los cuerpos, los ascendimientos del amor, los castigos.
Las flores sobre su pelo. Su luto otros días.
El llanto que a veces sacude sus hombros. Su risa o su
pena.
Todo: desde la cintura hasta su fe en la divinidad;
desde su compasión hasta esa gran mano enorme y exten-
sa donde los dos nos amamos.

Ah, rayo súbito y detenido que arriba no veo.
Luz difícil que ignoro, mientras ciego te escucho.

A ti, amada mía difícil que cruelmente, verdaderamente
me apartarás con seguridad del camino
cuando yo haya caído en los bordes, y en verdad no lo
sepas.
«Difícil» – Vicente Aleixandre («Historia del corazón[1945-1953],1954)

Mientras tema, no pensaré.


«Pasajeros en la estación de tren de Chicago» -Stanley Kubrick, 1949

En realidad, ¿cuánto transcurrió? Hoy en día no soy capaz de calcular la duración de aquellos sucesos. La única medida de que dispongo es esta: estoy segura de que no pudo pasar tanto tiempo como yo creí en aquellos momentos. La terraza y el espacio circundante, el césped y el jadín que se extendía más allá, todo lo que alcanzaba ver del parque, todo, absolutamente todo, estaba vacío, sumido en una extraña soledad. Había árboles y arbustos, pero recuerdo haber sentido la completa certeza de que no se encontraba escondido tras ninguno de ellos. O estaba allí, o no estaba; y si no lo veía es que no estaba. Me aferré a aquel razonamiento; y entonces, instintivamente, en lugar de volver por donde había venido, fui hacia la ventana. Tenía la confusa intuición de que debía colocarme en el mismo lugar en el que él se había situado, y así lo hice. Apoyé mi rostro en el cristal y miré, como había mirado él, hacia el interior. Entonces, como para darme la oportunidad de reconstruir la situación, la señora Grose entró en el comedor procedente del vestíbulo, igual que yo lo había hecho antes. Así tuve una visión repetida de lo que había ocurrido. Ella me vio, como yo había visto antes a nuestro visitante; se paró en seco, como yo había hecho; creo que en parte le transmití el sobresalto que yo misma había sentido. Se puso blanca, y eso me hizo preguntarme si yo también habría palidecido antes del mismo modo. Se quedó mirándome, en suma, y luego se retiró por el mismo sitio por donde yo lo había hecho, y supe que iba a recorrer el mismo camino que yo y que pronto la tendría ante mí. Permanecí donde estaba mientras me asaltaban toda clase de pensamientos. Pero sólo dispongo de espacio para mencionar uno de ellos. Me pregunté, asombrada, por qué también ella se había asustado.
«Otra vuelta de tuerca [The Turn of the Screw]» – Henry James, 1898
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«Ballada nº4 de Chopin» – Arthur Rubinstein