Está bien, los acepto como animal de compañía.

Patti Smith y Robert Mapplethorpe, Nueva York 1969

¿Qué traerá el viento esta noche?
¿La lluvia, la nieve o una carta?
¿Una carta de quién? ¿Una carta buena o mala?
Todo, hasta el mismo silencio
tiene algo que callar.
Pero todo, hasta lo inexpresable
acabarán por decirlo los celos.
«Antes de nochevieja» – Vladimir Holan

Versión de Clara Janés

«>
«High Summer»- Van Morrison (Back on Top, 1999)

A veces sé que existen.

Casa/museo de Kontstantín Tsiolkovski, Kaluga

Regresas a tus viejos lugares preferidos de los barrios anteriores y qué te encuentras: que permanecen y han desaparecido. El restaurante barato, el colmado, la tintorería frente a los que pasabas la primera vez que llegaste mientras tratabas de hacer tuyas esas calles nuevas, ya no están. Pero mira por las ventanas de la agencia de viajes que ha reemplazado tu pizzería. Detrás de las mesas, los ordenadores y los carteles que promocionan aventuras tropicales, todavía ves las porciones de napolitana enfriándose, el cortador de pizzas junto a medio pastel, el mapa de Sicilia en la pared. Todo sigue allí, te lo aseguro.
(…)
Tragas con fuerza al descubrir que la vieja cafetería ahora es una franquicia farmacéutica, que en el lugar donde besaste por primera vez a Fulanita de Tal ahora venden electrodomésticos de saldo, que donde compraste la chaqueta que llevas puesta ahora hay un montón de escombros tras una verja de contrachapado azul y un futuro edificio de oficinas.
(…)
Nunca podemos despedirnos como es debido. Era tu último viaje en un taxi a cuadros y no lo sabías. Era la última vez que ibas a comer gambas Lago Tung Ting en aquel restaurante chino de aspecto sospechoso y no tenías ni idea. De haberlo sabido, quizá habrías pasado tras el mostrador a estrecharle la mano a todo el mundo, habrías sacado la cámara y les habrías indicado cómo posar. Pero no tenías ni idea. Hay momentos decisivos que no se nos anuncian, un número concreto de ocasiones en las que abriremos la puerta principal de un piso. Llegado cierto punto estabas más cerca de la última que de la primera vez, y ni siquiera lo sabías. No sabías que cada vez que cruzabas el umbral te estabas despidiendo.
«El coloso de Nueva York» – Colson Whitehead (2005)

«>
«Have You Ever Seen The Rain» – Creedence Clearwater Revival, 1971

Sus patas me suenan.

«>
B.S.O de la pelicula «That Very Same Munchausen (Тот самый Мюнгхаузен) – Alexei Ribnikov

Andrei Mironov

Señor: es hora. Largo fue el verano.
Pon tu sombra en los relojes solares,
y suelta los vientos por las llanuras.

Haz que sazonen los últimos frutos;
concédeles dos días más del sur,
úrgeles a su madurez y mete
en el vino espeso el postrer dulzor.

No hará casa el que ahora no la tiene,
el que ahora está solo lo estará siempre,
velará, leerá, escribirá largas cartas,
y deambulará por las avenidas,
inquieto como el rodar de las hojas.
«Día de otoño» – Rainer María Rilke

Ya lo sabes, pautas.

«Good morning» – Fxcreatography

Morir -eso, aun gato, no se le hace.
Porque, ¿qué puede hacer un gato
en un piso vacío?
Subrise por las paredes.
Restregarse contra los muebles.
Nada aquí ha cambiado,
pero nada es como antes.
Nada ha cambiado de sitio,
pero nada está en su sitio.
Y la luz sigue apagada al anochecer.

Se oyen pasos en la escalera,
pero no los esperados.
Una mano deja pescado en el plato
y no es, tampoco, la de antes.

Algo no empieza
a la hora de siempre.
Algo no sucede
según lo establecido.
Alguien estaba aquí, estaba siempre,
y derepente desapareció
y se empeña en no estar.

Se ha buscado ya en los armarios,
se han recorrido los estantes.
Se ha comprobado bajo la alfombra.
Incluso se ha roto la veda
de esparcir papeles.
¿Qué más se puede hacer?
Dormir y esperar.

¡Ay, cuando él regrese,
ay, cuando aparezca!
Se enterará de que ésas no son maneras
de tratar a un gato.
Como quien no quiere otra cosa,
habrá que acercársele,
despacito,
sobre unas patitas muy muy ofendidas.
Y, de entrada, nada de brincos ni maullidos.
«Un gato en un piso vacío» –  Wyslawa Szymborska (Fin y principio, 1993)
«>
Nº12 para piano en F minor (Venetianisches Gondolliet) – Félix Mendelssohn

Costumbre teatral para la indiferencia.

«Campo di papaveri» – Claude Monet

Después de dos años de una dieta muy pesadita de literatura variada, una llega a la conclusión de que, al final, poco importan las razones que puedas dar para tu obsesión con la lectura, la caza de ejemplares raros y las tardes en librerías cucas perdidas por alguna esquina de la ciudad porque, después de todo, lo curioso no es la razón por la que lees, sino por la que dejas de hacerlo.

«>
«Mesto gde svet» – Mashina vremeni (Mesto gde svet, 2001)

La comodidad de convenir.

W.H. Auden – Richard Avedon. St. Mark’s Place, New York, 3 de Marzo, 1960

«>
«Expectations» – Belle&Sebastian (Tigermilk,1996)

En la naturaleza
todo está de pie:
los árboles,
los pájaros que están
sobre los árboles,
las hojas que se estiran
para limpiarse de las ramas.
Y cada uno piensa que los otros
son el suelo.
Las hojas creen
que toda rama está acostada
y ciega,
los pájaros
que el árbol ya no crece,
que es una especie de ruina,
y el árbol cree
que no hay más árboles,
no cree más que en sí mismo.
Nadie soporta que el sustrato
en que se apoya
tenga una vida propia,
que no esté muerto,
extinto,
que sea ligero.
Para sentirse vivo
hay que pisar una desolación,
algo que ya no tiene nada
que decir.
«Para sentirse vivo» – Fabio Morábito (De lunes todo el año,1992)

Colección de hilos perdidos.

Serguéi Esenin y Galina Benislavskaia

Gatsby believed in the green light, the orgastic future that year by year recedes before us. It eluded us then, but that’s no matter—tomorrow we will run faster, stretch out our arms farther…. And one fine morning—— So we beat on, boats against the current, borne back ceaselessly into the past.
«The Great Gatsby» – F. Scott Fitzgerald,1925

«>
«High&Dry» – Radiohead (The Bends, 1995)

Te conozco al revés.

Virginia Kent y Peggy Leaf, Lelong, 1934 – George Hoyingen-Huene

es el hombre que tú nunca has visto quien
te mantiene alerta,
el que ha de venir
algún día.

él no se encuentra en las calles o
en los edificios o en los
estadios,
o si está allá
lo he pasado por alto de algún modo.

él no es uno de nuestros presidentes
u hombres de estado o actores.

me pregunto si se encuentra allí.

bajo las calles
paso delante de farmacias y hospitales y
teatros y cafés
y me pregunto si él se encuentra ahí.

he mirado casi durante medio siglo
y él no ha sido visto.

un hombre vivo, verdaderamente vivo,
digamos cuando desciende la mano
al encender un cigarrillo
ves sus ojos
como los ojos de un tigre mirando fijamente
al pasar en el viento.

pero cuando las manos bajan
es siempre los
otros ojos
los que están allá
siempre siempre.

y pronto será demasiado tarde para mí
y habré vivido una vida
con farmacias, gatos, sábanas, saliva,
periódicos, mujeres, puertas y otros surtidos,
pero en ninguna parte
un hombre vivo.
«Pobreza» – Charles Bukowski  (Versión de Rafael Díaz Borbón)
«>
«Catch the Wind» – Donovan (What’s Bin Did and What’s Bin Hid,1965)