Vladislav Dvorshenski («La tierra de Sannikov», 1973)
Vladislav Dvorzhenski («Solaris» ,1972)
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«I’ve seen it all» – Björk y Radiohead
Oleg Yankovski («Obiknovennoye chudo»,1978)
MUDANZA
Este poema se ha trasladado a un cajón o a alguno de los países del Este por mudar de pelo y de costumbres (más por parte de la autora). Si os causa algún interés, sobre todo si es tierno, no tenéis más que pedírmelo por correo, paloma mensajera o con señales de humo.
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«Ojalá» – Silvio Rodriguez
«States of Mind: Those Who Leave» – Umberto Boccioni, 1911
«El arte es el primero que se ha levantado contra la realidad ficticia, ilusoria de antemano, y ha demostrado con sus obras lo falaz de todas las representaciones: en la superficie pictórica no se podrá fijar corporalmente ningún objeto.
En la pintura veo hasta ahora el único intento, el único experimento verdadero que demuestra la ficticidad de todas las representaciones de la verdad oculta, es decir, de la verdad de que no existe el objeto como realidad.»
«Suprematismo» – K. Malievich (1915)
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«Lotus Flower» – Radiohead (The King Of Limbs, 2011)

Jerry Freeman, 50, from Haines City, Florida.
Michael O’Brien (fotografías de «Hard Ground» con poemas de Tom Waits)
Once when the lawn was a golden green
and the marbled moonlit trees rose like fresh memorials
in the scented air, and the whole contryside pulsed
with the chirr and murmur of insects, I lay in the grass,
feeling the great distances open above me, and wondered
what I would become and where I would find myself,
and though I barely existed, I felt for an instant
that the vast star-clustered sky was mine, and I heard
my name as if for the first time, heard the way
on hears the wind or the rain, but faint and far off
as though it belonged not to me but to the silence
from which it had come and to which it would go.
«My name» – Mark Strand
Una vez, cuando la hierba era de un verde dorado
y a la luz de la luna los árboles policromos se erguían como
monumentos fúnebres recientes
en el aire perfumado, y todo el campo latía
con el chirrido y murmullo de los insectos, yo estaba
tumbado sobre la hierba,
mientras sentía cómo las grandes distancias se abrían sobre
mí y me preguntaba
qué llegaría a ser y dónde me encontraría a mí mismo
y, aunque apenas existía, durante un momento sentí
que el vasto cielo cuajado de estrellas era mío, y oí
mi nombre como si lo oyera por primera vez, lo oí a la
manera
en que oímos el vieno o la lluvia, pero tenue y lejano,
como si no me perteneciera a mí, sino al silencio
del que había venido y al que regresaría.
«Mi nombre» – Mark Strand (Hombre y camello. Poemas,2006)
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«Martha» – Tom Waits (Closing Time, 1973)
A veces ayuda fingir valentía y convencerse de que lo único que ha cambiado son las tazas de café. Llega un momento en el que tu propia historia te aburre de tanto manosearla y te guardas para tí el dudoso poder de dejar a alguien perplejo. Sospecho que el mar tiene algo que ver, no por poder tocarlo sino por saber que simplemente está. Y así con todo.
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«Tired» – Adele (19)
Como en los libros: la luna,
el otoño y los ciervos.
Suavemente trabaja el picamaderos
porque le fue imposible al verdor.
Vas abierto de par en par
y, sin embargo, eres de pronto abatido
por la gigantesca realidad de las cosas
que fueron soñadas.
«Como en los libros» – Vladimir Holan (Pero existe la música,1996)
Mark Chagall
La felicidad no existe en un corazón repleto…
Ya que precisamente cuando
el humoso alcance del gozo se deja oír hasta los huecos
reflejos del duelo,
el pensamiento desea una tumba a las columnas.
Si realmente fluye el agua,
la calma libre y conciliadora
está apenas en reposo.
¿Y el poeta? Mira, se va,
se va, como ya no existente, a otra parte
si debe estar aquí todavía.
«Leyendo las cartas de Shelley» – Vladimir Holan (Pero existe la música,1996)
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«The Bed» – Lou Reed
Elliott Erwitt
se sumergen a proa del
beso, el cuerpo de ellos
mutilando el de ellas como
un animal afligido, ellas
estrechas en la cama, apenas
un puñado de víveres, la
sangre iluminando las
sábanas y las manos excavadas
en el pecho, ellas malignas,
llenas de gracia
casi evaporan con los
ríos, y caen de las
nubes repartidas
sobre los hombres con
una voracidad aterradora
y ellos son las larvas
alojadas en el sexo ocre
que ellas traen, devorándoles
la miga para volverse
los predadores meticulosamente creados
a la medida del miedo de ellas
valer hugo mãe (Folclore íntimo, 2011)
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«Knives out» – Radiohead
Rafael Alberti
Ninguno comprendíamos el secreto nocturno de las pizarras
ni por qué la esfera armilar se exaltaba tan sola cuando la mirábamos.
Sólo sabíamos que una circunferencia puede no ser redonda
y que un eclipse de luna equivoca a las flores
y adelanta el reloj de los pájaros.
Ninguno comprendíamos nada :
ni por qué nuestros dedos eran de tinta china
y la tarde cerraba compases para al alba abrir libros.
Sólo sabíamos que una recta, si quiere, puede ser curva o quebrada
y que las estrellas errantes son niños que ignoran las aritmética.
«Los ángeles colegiales» – Rafael Alberti (Sobre los ángeles, 1929)
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«La Valse D’Amelie» – Yann Tiersen
Iósif Stalin
«La memoria, creo yo, es justamente la sustituta de la cola que perdimos durante nuestro feliz proceso de evolución. Dirige todos nuestros movimientos incluida la migración. Aparte de eso, el proceso de recordar nunca es lineal. Además, cuanto más recuerdas, más cerca estás de la muerte.
Si esto es así, siempre está bien que tu memoria tropiece. Más frecuentemente sin embargo se riza y se alisa, serpentea, igual que una cola y así debe ser también ser tu relato, aún a riesgo de parecer incoherente y aburrido. Al fin y al cabo, el aburrimiento es la forma más difundida de la existencia y sólo queda sorprenderse de lo poco que aparece en la literatura del siglo XIX con toda su tendencia al realismo.
Incluso si el escritor, armado con todo su talento, está dispuesto a pasar al papel los matices más insignificantes de su conciencia, sus intentos de reproducir esa cola en todo el esplendor de su espiral están condenados ya que la evolución no ha ocurrido en vano. La perspectiva de los años alisa las cosas hasta el punto de su total desaparición. Nada podrá devolverlas, ni siquiera las palabras manuscritas con sus letras serpenteantes. Y ese intento está aún más condenado al fracaso cuando tu cola termina en algún lugar de Rusia.»
«Menos que uno» – Joseph Brodsky Traducción Anastasia K.
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«Construcción» – Chico Buarque
«En realidad nunca he tenido la intención de llevar un diario. Nunca he tenido esa necesidad. Alguna que otra vez empecé escribiendo pero escribía poco y mal, sólo los hechos. Así que lo dejé. Ahora quiero empezarlo de nuevo, compartir algo, pero sólo hablaré de los días en los que realmente ocurra algo, vamos como en los diarios de verdad.
Escribo esto para convertirte en mío. Así que ahora, este 5 de enero de 1973 empiezo mi diario pero como lo hacen en los diarios de verdad – con fechas.»
Diario de mi madre Anna (11años) – 1973
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«City» – Joe Purdy