Kaluga
Va a hacer calor, mucho calor esta noche:
las espirales de tu cuerpo piden callar,
buscar una respiración adecuada
ante tanto retroceso.
Hay una que desde fuera te mira,
juzga la falta de líquido en las mejillas,
intenta reconstruir un paisaje negro
al que nunca asistirás,
un ancla de mármol allá lejos,
entre la nieve.
No cogerás un tren, un avión,
un coche. No
te sentirás sucia por el protocolo.
No sabrás lo que es
tierra húmeda sobre la tumba.
Morir es ridículo.
Entonces por qué
tanta calma.
«Rima»
*dedicado a esa mujer que me enseñó mucho más de lo que ella cree. Ojalá hubiera podido aprender más de ella.

