Nieve atrás.

Iósif Stalin

«La memoria, creo yo, es justamente la sustituta de la cola que perdimos durante nuestro feliz proceso de evolución. Dirige todos nuestros movimientos incluida la migración. Aparte de eso, el proceso de recordar nunca es lineal. Además, cuanto más recuerdas, más cerca estás de la muerte.
Si esto es así, siempre está bien que tu memoria tropiece. Más frecuentemente sin embargo se riza y se alisa, serpentea, igual que una cola y así debe ser también ser tu relato, aún a riesgo de parecer incoherente y aburrido. Al fin y al cabo, el aburrimiento es la forma más difundida de la existencia y sólo queda sorprenderse de lo poco que aparece en la literatura del siglo XIX con toda su tendencia al realismo.
Incluso si el escritor, armado con todo su talento, está dispuesto a pasar al papel los matices más insignificantes de su conciencia, sus intentos de reproducir esa cola en todo el esplendor de su espiral están condenados ya que la evolución no ha ocurrido en vano. La perspectiva de los años alisa las cosas hasta el punto de su total desaparición. Nada podrá devolverlas, ni siquiera las palabras manuscritas con sus letras serpenteantes. Y ese intento está aún más condenado al fracaso cuando tu cola termina en algún lugar de Rusia.»
«Menos que uno» – Joseph Brodsky Traducción Anastasia K.

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«Construcción» – Chico Buarque

Retornos varios.

  

Claude Monet

Old men have bad dreams,
So they sleep little.
They walk on bare feet
Without turning on the lights,
Or they stand leaning
On gloomy furniture
Listening to their hearts beat.

The one window across the room
Is black like a blackboard.
Every old man is alone
In this classroom, squinting
At that fine chalk line
That divides being-here
From being-here-no-more.

No matter. It was a glass of water
They were going to get,
But not just yet.
They listen for mice in the walls,
A car passing on the street,
Their dead fathers shuffling past them
On their way to the kitchen.
«Grayheaded Schoolchildren» – Charles Simic (The Voice at 3:00 A.M.:Selected Late and New Poems, 2003)

Los que son ancianos tienen malos sueños,
por eso duermen tan poco.
Caminan con los pies descalzos
sin encender las luces
o se quedan en silencio, apoyados
en cualquiér mueble oscuro,
escuchando el latido de su corazón.

La ventana al otro lado del cuarto
es negra como una pizarra.
Todo hombre anciano está solo
en este aula, mirando de reojo
la fina linea de tiza
que divide el estar-aquí
y el ya-no-estar-aquí.

No importa. Era un vaso de agua
lo que han salido a buscar,
pero todavía no.
Escuchan al ratón en su carrera
dentro de las paredes,
al coche que pasa por la calle,
a sus padres muertos
arrastrando los pies tras ellos
de camino a la cocina.
«Escolares de pelo gris» – Charles Simic Traducción Anastasia K.

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«Who by fire» – Leonard Cohen

La mentira es fiel. Por alguna parte anda Milton.

«El paraíso recobrado (Paradise Regained)» – Duane Michals, 1968

E.B. N.º36, V-1997
ANEXO PARA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA DEL CENTRO DE SERVICIOS, ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA Y AYUDA A LA COMUNIDAD
AURORA, ILLINOIS

-De manera que decidí buscar ayuda. Asumí el hecho de que el problema real no tenía nada que ver con ella. Comprendí que ella siempre jugaría a ser la víctima y yo el villano. No tenía poder para cambiarla. Ella no era la parte del problema en la que yo podía aplicarme, ya sabes. De manera que tomé una decisión. Buscar ayuda para mí. Ahora sé que es lo mejor que he hecho nunca y la decisión más difícil. No ha sido fácil, pero mi autoestima es mucho más alta ahora. He aprendido a perdonar. Me caigo bien a mí mismo.
P.
-¿Quién?

«Entrevistas breves con hombres repulsivos» – David Foster Wallace,1999

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«Through your eyes» – Nina Kinert (Let there be love,2005)

No cabemos en una lata.

Wilhelm Reich

Mi corbata, mis guantes,
mis guantes, mi corbata.
La mariposa ignora la muerte de los sastres,
la derrota del mar por los escaparates.
Mi edad, señores, 900.000 años.
¡Oh!
Era yo un niño cuando los peces no andaban,
cuando las ocas no decían misa
ni el caracol embestía al gato.
Juguemos al ratón y al gato, señorita.
Lo más triste, caballero, un reloj:
las 11, las 12, la 1, las 2.
A las tres en punto morirá un transeúnte.
Tú, luna, no te asustes,
tú luna, de los taxis retrasados,
luna de hollín de los bomberos.
La ciudad está ardiendo por el cielo,
un traje igual al mío se hastía por el campo.
Mi edad, de pronto, 25 años.
Es que nieva, que nieva
y mi cuerpo se vuelve choza de madera.
Yo te invito al descanso, viento.
Muy tarde es ya para cenar estrellas.
Pero podemos bailar, árbol perdido.
Un vals para los lobos,
para el sueño de la gallina sin las uñas del zorro.
Se me ha extraviado el bastón.
Es muy triste pensarlo solo por el mundo.
¡Mi bastón!
Mi sombrero y mis puños,
mis guantes, mis zapatos.
El hueso que más me duele, amor mío, es el reloj:
las 11, las 12, la 1, las 2.
Las tres en punto.
En la farmacia se evapora un cadáver desnudo.
«Cita triste de Charlot» – Rafael Alberti (Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos,1929)

Un día será niña (cuestión de perspectiva Nº 2).

Wislawa Szymborska

Mi hermana no escribe poemas,
y probablemente ya nunca se pondrá a escribir poemas.
Lo heredó de nuestra madre, que no escribía poemas,
y de nuestro padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura:
el marido de mi hermana por nada del mundo escribiría poemas.
Y, aunque mis palabras suenen a texto de Adam Macedonski,
en mi familia nadie escribe poemas.

Los cajones de mi hermana no guardan viejos poemas,
en su bolso no hay poemas recién escritos.
Y cuando mi hermana me invita a comer,
sé que no lo hace con la intención de leerme poemas.
Sus sopas son deliciosas y carecen de cultos significados.
Y el café no se derrama sobre los manuscritos.

En muchas familias nadie escribe poemas,
pero si uno de sus miembros empieza, suele sebrar el contagio.
A veces la poesía cae en cascada sobre las generaciones
y origina remolinos capaces de engullir sentimientos familiares.

Mi hermana practica una prosa oral muy aceptable
y su obra literaria se reduce a las postales turísitcas
con un texto que cada año repite la misma promesa:
cuando vuelva
contará
todo
todito.
«Elogio de la hermana» – Wislawa Szymborska (Paisaje con grano de arena) Traducción de Ana María Moix y Jerzy Wojciech Slawomirski

Mi hermana no escribe versos
y dudo que empiece de repente a escribir versos.
Lo sacó de mi madre, que no escribía versos,
y de mi padre, que tampoco escribía versos.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura:
el marido de mi hermana por nada del mundo escribiría versos.

Y aunque esto suene a obra de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se dedica a escribir versos.

En los cajones de mi hermana no hay viejos versos,
ni recién escritos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a comer
sé que no es con la intención de leerme sus versos.
Sus sopas son exquisitas sin premeditación
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.

En muchas familias nadie escribe versos.
Pero si lo hacen, es raro que sea sólo una persona.
A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones,
lo que crea peligrosos remolinos en sus mutuos sentimientos.

Mi hermana cultiva una buena prosa hablada,
y toda su escritura son postales de sus vacaciones
con textos que prometen lo mismo cada año:
que cuando vuelva,
me contará todo,
todo,
todo.
«Elogio a mi hermana» – Wislawa Szymborska (El gran número y otros poemas) Traducción de Gerardo Beltrán
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«Song benath the song» – Maria Taylor

Vayamos por partes.

More Drinkers, The Chieftan Pub. San Francisco, California. Agosto del 2008. – Joseph Szymanski

Clara, your house
         is a café now-
Restored, preserved-
and named for one
          who never entered it-

Thick green, the grass in september-

Horses step out of the fog-

A stream from the Wümme
              still flows by your garden-

I drink tea and stare
          out the window-

And I have a stone in my pocket-
        a stone and an acorn-

«Café im Rilke-Haus» – Sujata Bhatt

Distracción como flotador.

Allen Ginsberg y Peter Orlovsky

LUNES


Este poema se ha trasladado a un cajón o a alguno de los países del Este por mudar de pelo y de costumbres (más por parte de la autora). Si os causa algún interés, sobre todo si es tierno, no tenéis más que pedírmelo por correo, paloma mensajera o con señales de humo.

 
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«Another Sunny Day» – Belle & Sebastian (The Life Pursuit, 2006)

El calendario y yo esperamos preguntas.

Jack Kerouac y Gloria McDarrah

Con qué ignorancia arrulla la paloma.
Afanosamente buscan ramas y estopas
ciertos obcecados mamíferos
y con un frenesí calenturiento
que les obliga a cerrar los ojos,
copulan.
Soy demasiado viejo para creer.
«Con qué ignorancia arrulla la paloma» – Cesar Simón (Estupor final,1977)

Cosas como esas decía,
quería hacer de mí un campeón .
“Con los cojones tan grandes
que no entrarán en el Molinón”.

Pero ahora estoy solo yo aquí
intentando acertar el camino y seguir
con mi sangre y mi voz,
con mi estúpida voz.

Porque padre, no soy como usted
y mi anhelo es llegar a ser
alguien que nació, se puso a vivir,
consiguió ser amado y amar
en la tierra y morir…
«El penúltimo anhelo» – Nacho Vegas (El género bobo, 2009)

La cara práctica.

Tierna cortesía de B. G. F.
Siempre ajetreadas con lo que llamaban
la cara práctica de la vida
(Platón ya se ocupó de la teoría),
hasta los codos en los muebles, las sábanas,
en los jardines de la cocina y la despensa,
sin olvidarse de la bolsita de lavanda
que volvía el armario de las sábanas en un prado.
La cara práctica de la vida,
igual que la cara de la luna sin alumbrar,
no estaba exenta de secretos.
Cuando se acercaban las Navidades
la vida se convertía en pura praxis
instalándose por un tiempo en los pasillos,
refugiándose en las maletas, en los bolsos.
Y cuando alguien moría (por desgracia
también ocurría en nuestra familia)
mis tías se entregaban por completo
a la cara práctica de la muerte
olvidándose entonces de cambiar la lavanda
que olía con frenesí, despreocupada,
bajo la pesada nieve de las sábanas.
«Mis tías» – Adam Zagajewski (Deseo, 1997)