Supongamos que esto es lo único que hay.


Anastasia K.

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Detrás de la ventana
empieza el mundo
aunque ahora no
le haga falta observarme.
Hay un poco de fidelidad
en la inexactitud de las figuras
que me imagino al otro lado,
libres de mi anclaje cerebral.
Es fácil suponer algo de hambre
en su respiración,
algo de fealdad
en su forma de ignorarme.
Pasado el hueso de la noche
cierro los ojos,
escucho mi rutina pulmonar
y me repito:

conocen mi voz y mis pasos
pero saben olvidarme.

«Next door» – Anastasia K.

Corazonada y peste.

Mucha contradicción indecente, la coherencia justa para aceptar a regañadientes que a veces es suficiente hacer mal el primer paso para que ya nada pueda salir de la espiral convertida en regla inamovible.Y demás cosas que no sirven absolutamente para nada. Mucha música, pesada,ligera y a veces puramente decorativa. Y muchos libros,casi todos prestados: resulta que los que se consiguen para que hagan un hueco hablan por motivos equivocados y, también, al margen de lo escrito.
Parece que esto va a ser una pausa.

Shadows are fallin’ and I’ve been here all day.It’s too hot to sleep and time is runnin’ away.Feel like my soul has turned into steel.I’ve still got the scars that the sun didn’t heal.There’s not even room enough to be anywhere.It’s not dark yet but it’s gettin’ there.Well, my sense of humanity has gone down the drain,behind every beautiful thing there’s been some kind of pain.She wrote me a letter and she wrote it so kind,she put down in writin’ what was in her mind.I just don’t see why I should even care.It’s not dark yet but it’s gettin’ there.Well, I’ve been to London and I been to gay Paris,I’ve followed the river and I got to the sea,I’ve been down on the bottom of the world full of lies.I ain’t lookin’ for nothin’ in anyone’s eyes.Sometimes my burden is more than I can bear.It’s not dark yet but it’s gettin’ there.I was born here and I’ll die here against my will,I know it looks like I’m movin’ but I’m standin’ still.Every nerve in my body is so naked and numb,I can’t even remember what it was I came here to get away from,don’t even hear the murmur of a prayer.It’s not dark yet but it’s gettin’ there.

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-El dolor – me explicó – es el origen
de la memoria, así
que avisamos: «Te acordarás
de mí» o, por expresarlo
de modo más directo: «Voy a hacerte
tanto daño que no lo olvidarás». Pues el dolor
es un anillo

en el dedo que lo merece, o cambiado
de dedo, para recordar.

«La alianza» – Justo Navarro (Mi vida social,2010)

Vuleve, aunque no lo crea.

Shadows are falling and I’ve been here all day,it’s too hot to sleep, time is running away.Feel like my soul has turned into steel,I’ve still got the scars that the sun didn’t heal.There’s not even room enough to be anywhere.It’s not dark yet, but it’s getting there.Well, my sense of humanity has gone down the drain behind every beautiful thing there’s been some kind of pain.She wrote me a letter and she wrote it so kind,she put down in writing what was in her mind.I just don’t see why I should even care.It’s not dark yet, but it’s getting there.
Well, I’ve been to London and I’ve been to gay Paree,I’ve followed the river and I got to the sea,I’ve been down on the bottom of a world full of lies,I ain’t looking for nothing in anyone’s eyes.Sometimes my burden seems more than I can bear.It’s not dark yet, but it’s getting there.I was born here and I’ll die here against my will.I know it looks like I’m moving, but I’m standing still.Every nerve in my body is so vacant and numb,I can’t even remember what it was I came here to get away from,don’t even hear a murmur of a prayer.It’s not dark yet, but it’s getting there.

Somos lo que tememos.

Rodney Smith

Hey you, wailing by the wall,
hoping it’ll fall in their direction,
you’re waiting for another resurrection
is this what we’ve come to?

“Hey you, looking at the moon” – Graham Nash

*Para aquellos que aparecen en un poema, y nunca lo sabrán.

El gato de tu portal te espera.
Es todo lo que necesitas saber.
El ascensor te dedicará
su saludo de rigor.
Ya tienes tu hora fijada,
para no compartirlo con nadie.

(Un día sí y otro no
te acuerdas de que el jazmín
existe.)

El paisaje de hormigón no cambia,
esta farola siempre ha sido
un incordio para doblar la esquina
y seguirá allí
incluso cuando ya no la odies.
Hace mucho que ya no saludas
al panadero que apura su cigarro
apoyado en la pared,
justo a la misma hora.

Has llegado al momento
en el que tu indiferencia
tiene un compás
y finges que su lentitud
es intencionada.

Un perro pasa de largo,
a falta de palabras
echa sudor por la lengua
y, al perderlo de vista,
sabes
que pronto te ocurrirá lo mismo.
Anastasia K.

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«Love minus zero.No limit» – Bob Dylan (bringing it all back home, 1965)

Amanece

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«Wigwam» – Bob Dylan (Self portrait, 1970)

«The royal Tenenbaums» – Wes Anderson (2001)

«These days» – Nico (Chelsea girl,1967)

El quizás, visto como una simple palabra.


Bob Dylan

«Lo primero es lo primero»
Desvelado, yací en los brazos de mi propio calor y escuché
una tormenta que paladeaba su condición de tormenta en la oscuridad invernal
hasta que mi oído, como ocurre cuando estoy medio dormido o medio sobrio,
se afanó en desentrañar ese alboroto exclamativo,
trocando sus etéreas vocales y acuosas consonantes
en un discurso de amor indicativo de un Nombre Propio.

Difícilmente la lengua que hubiera escogido yo, y sin embargo, en la medida
en que lo permitían la estridencia y la torpeza, te elogiaba,
reconociéndote como una criatura divina de la Luna y el Viento del Oeste
con poder para domar monstruos reales e imaginarios,
comparando tu aplomo vital con un condado montañés,
verde a posta por aquí, por allá puro azul por si trajera suerte.

A pesar de lo estruendoso que era, a solas como sin duda me encontró,
reconstruyó un día de silencio peculiar
en que un estornudo podría haberse oído a una milla, y me permitió caminar
sobre un promontorio de lava a tu lado, la ocasión tan eterna
como la mirada de cualquier rosa, tu presencia exactamente
tan singular, tan valiosa, tan allí, tan ahora.

Todo ello, además, a una hora en la que más a menudo de lo que quisiera
un diablo sonriente me molesta en hermoso inglés,
prediciendo un mundo en el que todo lugar sagrado
es un yacimiento cubierto de arena al que acuden todos los tejanos cultos,
desinformados y desplumados por sus guías,
y todos los corazones mansos se han extinguido cual Obispos Hegelianos.

Agradecido, dormí hasta una mañana que no dijo
cuánto creía de lo que, según yo, había dicho la tormenta
sino que discretamente hizo que me fijara en lo que había hecho
-unos cuantos metros cúbicos más en mi cisterna
contra un verano leonino-, estableciendo prioridades:
miles han vivido sin amor, nadie sin agua.

«Lo primero es lo primero» – W.H. Auden (Canción de cuna y otros poemas) Versión de Eduardo Iriarte

Respuestas convexas.

Llevo dos semanas sin mi eterno reloj de muñeca.
Desde siempre he sentido cierto miedo (que no llega a ser pánico) de vivir el día a día sin la hora colgando de mi mano, seguramente mi manía para con la impuntualidad también ha contribuido. Cuando mis amigos ( al fijarse en el rastro color blanco nuclear que me ha dejado la asuencia de reloj) me preguntan el porqué de este repentino e impropio de mí cambio de conducta, me divierte poner cara seria y decir algo del tipo : «Estoy en una nueva fase de mi vida en la que no quiero sentirme atada por el tiempo.» Mis amigos, que ya saben de mis desvaríos pero no siempre entienden mis intenciones, simplemente sonrien con cara de «no te entiendo, pero son muchos años así que dejémoslo estar».
Me imagino que por eso intento (véase la importancia del verbo) escribir poemas : me divierte más soltar algo como «no quiero sentirme atada por el tiempo». Eso aún sabiendo que el reloj no esta simplemente porque me quiero deshacer de mi moreno irregular. Cosas de la edad supongo.

«Break Time, Rockefeller Center»,1932

«Blowin’ In The Wind» – Bob Dylan (The Freewheelin’ Bob Dylan,1963)

Un punto de partida, como otro cualquiera.

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«Like A Rolling Stone» – Bob Dylan

«En Los Reinos De La Casualidad»
«Todavía estaba lejos de saber que el corazón no es una habitación para uno o dos huéspedes, sino un campamento por donde pasan tribus a la deriva, visitantes de una noche, gente indeseable que llega, saluda y se marcha, gente indeseable que llega , saluda y se apodera de un rincón que no abandona jamás, un campamento en donde a veces luce el sol y en donde a veces ruge el viento, un lugar tan pronto atestado como vacío, una ciudad sin orden para la que no existe más guía que un viejo volumen de edición única, con las páginas en blanco, y que se destruyó en uno de los saqueos e incendios del campamento.»

«En Los Reinos De La Casualidad» – Carlos Marzal