Un día será niña (cuestión de perspectiva Nº 2).

Wislawa Szymborska

Mi hermana no escribe poemas,
y probablemente ya nunca se pondrá a escribir poemas.
Lo heredó de nuestra madre, que no escribía poemas,
y de nuestro padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura:
el marido de mi hermana por nada del mundo escribiría poemas.
Y, aunque mis palabras suenen a texto de Adam Macedonski,
en mi familia nadie escribe poemas.

Los cajones de mi hermana no guardan viejos poemas,
en su bolso no hay poemas recién escritos.
Y cuando mi hermana me invita a comer,
sé que no lo hace con la intención de leerme poemas.
Sus sopas son deliciosas y carecen de cultos significados.
Y el café no se derrama sobre los manuscritos.

En muchas familias nadie escribe poemas,
pero si uno de sus miembros empieza, suele sebrar el contagio.
A veces la poesía cae en cascada sobre las generaciones
y origina remolinos capaces de engullir sentimientos familiares.

Mi hermana practica una prosa oral muy aceptable
y su obra literaria se reduce a las postales turísitcas
con un texto que cada año repite la misma promesa:
cuando vuelva
contará
todo
todito.
«Elogio de la hermana» – Wislawa Szymborska (Paisaje con grano de arena) Traducción de Ana María Moix y Jerzy Wojciech Slawomirski

Mi hermana no escribe versos
y dudo que empiece de repente a escribir versos.
Lo sacó de mi madre, que no escribía versos,
y de mi padre, que tampoco escribía versos.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura:
el marido de mi hermana por nada del mundo escribiría versos.

Y aunque esto suene a obra de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se dedica a escribir versos.

En los cajones de mi hermana no hay viejos versos,
ni recién escritos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a comer
sé que no es con la intención de leerme sus versos.
Sus sopas son exquisitas sin premeditación
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.

En muchas familias nadie escribe versos.
Pero si lo hacen, es raro que sea sólo una persona.
A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones,
lo que crea peligrosos remolinos en sus mutuos sentimientos.

Mi hermana cultiva una buena prosa hablada,
y toda su escritura son postales de sus vacaciones
con textos que prometen lo mismo cada año:
que cuando vuelva,
me contará todo,
todo,
todo.
«Elogio a mi hermana» – Wislawa Szymborska (El gran número y otros poemas) Traducción de Gerardo Beltrán
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«Song benath the song» – Maria Taylor

Madrugada. Ejercicio de humildad (doble).

Tarde otoñal de una ciudad humilde,
orgullosa de su presencia en el mapa
(el topógrafo a lo mejor, estaba inspirado
o le era cercano a la hija del juez).
Cansado de sus propias rarezas,
el Espacio se libera de la carga
de la grandeza, limitándose aquí
a los trazados de la calle principal
y el Tiempo, observa con cierto frío
en los huesos,la esfera del kiosko colonial,
y dentro de él,todo lo que ha podido parir
nuestro mundo, del telescopio al alfiler.
Aquí hay cine, salones, detrás de la esquina
un café tapado por la cortina,
un banco de ladrillo con el águila achatada
y la iglesia de cuya existencia,
y de sus redes expandidas
si no fuera por la cercanía del correo,
se olvidaría.
Y si aquí no concebieran niños
el cura bautizaría automóviles.
Aquí se alborotan saltamontes en silencio.
Y a las seis de la tarde,no hay ni un alma
como después de un ataque nuclear.
La luna sale a flote, encajada en el oscuro
cuadro de la ventana,igual que tu eclesiástico.
Sólo a veces, un ostentado Buick,
regará con sus faros el monumento
al Soldado Desconocido, volando hacia la nada.
Aquí no sueña con una mujer
sino con su propia dirección en el sobre.
Aquí por la mañana, al ver la leche agria
el lechero se dará cuenta de su muerte.
Aquí puede vivir, olvidarse del calendario,
tragar su bromo, no asomarse afuera.
Y reflejarse en el espejo como la farola
se refleja en el charco casi evaporado.
Joseph Brodsky. Traducción Anastasia K.

 
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«El hombre que casi conoció a Michi Panero» – Nacho Vegas (Canciones inexplicables,2001)

Vayamos por partes.

More Drinkers, The Chieftan Pub. San Francisco, California. Agosto del 2008. – Joseph Szymanski

Clara, your house
         is a café now-
Restored, preserved-
and named for one
          who never entered it-

Thick green, the grass in september-

Horses step out of the fog-

A stream from the Wümme
              still flows by your garden-

I drink tea and stare
          out the window-

And I have a stone in my pocket-
        a stone and an acorn-

«Café im Rilke-Haus» – Sujata Bhatt

Distracción como flotador.

Allen Ginsberg y Peter Orlovsky

LUNES


Este poema se ha trasladado a un cajón o a alguno de los países del Este por mudar de pelo y de costumbres (más por parte de la autora). Si os causa algún interés, sobre todo si es tierno, no tenéis más que pedírmelo por correo, paloma mensajera o con señales de humo.

 
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«Another Sunny Day» – Belle & Sebastian (The Life Pursuit, 2006)

El calendario y yo esperamos preguntas.

Jack Kerouac y Gloria McDarrah

Con qué ignorancia arrulla la paloma.
Afanosamente buscan ramas y estopas
ciertos obcecados mamíferos
y con un frenesí calenturiento
que les obliga a cerrar los ojos,
copulan.
Soy demasiado viejo para creer.
«Con qué ignorancia arrulla la paloma» – Cesar Simón (Estupor final,1977)

Cosas como esas decía,
quería hacer de mí un campeón .
“Con los cojones tan grandes
que no entrarán en el Molinón”.

Pero ahora estoy solo yo aquí
intentando acertar el camino y seguir
con mi sangre y mi voz,
con mi estúpida voz.

Porque padre, no soy como usted
y mi anhelo es llegar a ser
alguien que nació, se puso a vivir,
consiguió ser amado y amar
en la tierra y morir…
«El penúltimo anhelo» – Nacho Vegas (El género bobo, 2009)

La cara práctica.

Tierna cortesía de B. G. F.
Siempre ajetreadas con lo que llamaban
la cara práctica de la vida
(Platón ya se ocupó de la teoría),
hasta los codos en los muebles, las sábanas,
en los jardines de la cocina y la despensa,
sin olvidarse de la bolsita de lavanda
que volvía el armario de las sábanas en un prado.
La cara práctica de la vida,
igual que la cara de la luna sin alumbrar,
no estaba exenta de secretos.
Cuando se acercaban las Navidades
la vida se convertía en pura praxis
instalándose por un tiempo en los pasillos,
refugiándose en las maletas, en los bolsos.
Y cuando alguien moría (por desgracia
también ocurría en nuestra familia)
mis tías se entregaban por completo
a la cara práctica de la muerte
olvidándose entonces de cambiar la lavanda
que olía con frenesí, despreocupada,
bajo la pesada nieve de las sábanas.
«Mis tías» – Adam Zagajewski (Deseo, 1997)

Bipolaridad y (en) sueños.

Leonard Cohen

«Mientras me visto, en la televisión aparece el programa de Patty Winters. Hoy los invitados son mujeres con múltiples personalidades. Una mujer mayor muy gorda e indescriptible aparece en la pantalla y se oye la voz de Patty que le pregunta:
-Bueno, ¿se trata de esquizofrenia, o de qué? Explíquenoslo.
-No,no. Los que tienen personalidades múltiples no son esquizofrénicos -dice la mujer, negando con la cabeza-. No somos peligrosos.
-Bien -empieza Patty, manteniéndose de pie entre el público, con el micrófono en la mano-. ¿Quién era usted el mes pasado?
-El mes pasado parecía que por lo general era Polly -dice la mujer.
Corte al público, la cara preocupada de una ama de casa; antes de que se vea el monitor, nuevo corte a la mujer múltiple personalidad.
-Bien -continúa Patty-, ¿y ahora quién es?
-Bueno… -La mujer empieza cansinamente, como si estuviera aburrida de que le hagan esa pregunta, como si ya la hubiera contestado una y otra vez y siguieran sin creerla-. Bueno, este mes soy… Lambchop. Casi siempre…Lambchop.
Una larga pausa. La cámara corta a un primer plano de una asombrada ama de casa que mueve la cabeza, mientras otra ama de casa le susurra algo.
Los zapatos que llevo son mocasines de cocodrilo de A. Testoni.»
«American Psycho» – Bret Easton Ellis (1991)

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«Fare thee well, miss carousel» – Townes Van Zandt (Townes Van Zandt,1969)